El ganador podría medirse en la final del domingo con el italiano Jannik Sinner, número uno mundial, que jugará la segunda semifinal contra la gran promesa británica Jack Draper.
En un US Open lleno de giros inesperados, que alumbrará a nuevos campeones en ambas ramas, la gran revelación ha sido el tenis estadounidense, que no lucía a un total de cuatro semifinalistas en un torneo de Grand Slam desde 2003.
Jessica Pegula tratará de ocupar el trono que dejó vacante la joya local Coco Gauff, mientras que el choque entre Fritz y Tiafoe marca el florecimiento de una rama masculina que languidecía desde el ocaso de Andy Roddick, su última figura.
Roddick, actual comentarista televisivo, fue el jugador que tomó el relevo de los íconos Pete Sampras y Andre Agassi y que dejó en casa el trofeo del US Open por última vez en 2003.
Tres años después, el bombardero de Omaha fue el último finalista en Flushing Meadows, cayendo frente a Roger Federer.
Y también fue el genio suizo, invitado de honor el martes en la pista central, quien amargó a Roddick en las finales de Wimbledon de 2004, 2005 y 2009, la última ocasión en que un estadounidense pugnó por un trofeo de Grand Slam.
Mientras los tenistas estadounidense veían alejarse cada vez más la sombra de Roddick, sus compañeras sí festejaron múltiples triunfos en 'Majors' a cargo de las hermanas Venus y Serena Williams, Sloane Stephens, Sofia Kenin y Coco Gauff.
"Jugar aquí es una locura"
Fritz y Tiafoe, el que gane dicho pulso, aspiran a terminar con esa sequía en la final del domingo frente a los 23.000 aficionados de la mayor pista del mundo.
Los dos semifinalistas, ambos de 26 años, son las raquetas que más han despuntado de la nueva generación estadounidense, nutrida en nombres pero sin ningún gran éxito que justifique la enorme inversión reciente del país en este deporte.
De los cinco integrantes del top 20 de la ATP que arrancaron el torneo, Taylor es el mejor posicionado (12º) y el único con un título importante en su vitrina, el Masters 1000 de Indian Wells en 2022.
En los Grand Slams, no obstante, se había estrellado cinco veces en los cuartos de final.
El martes, el espigado tenista californiano cruzó esa barrera con un formidable triunfo frente al alemán Alexander Zverev, número cuatro mundial, al que dejó frustrado por no aprovechar un cuadro del que Novak Djokovic y Carlos Alcaraz desaparecieron en las primeras rondas.
Tiafoe, por su parte, carece de trofeos destacados, aunque su figura se crece en Nueva York alimentada por una afición que disfruta como con nadie de su juego explosivo y su carisma.
"Nunca me hará más ilusión jugar en algún lugar que en Estados Unidos", reconoció el número 20 mundial. "Jugar aquí es una locura. Te emocionas tanto, es lo que veía de niño", agregó.
Con la experiencia de las semifinales de 2022, cuando cayó ante Alcaraz, el tenista afroamericano confía en sus posibilidades para un duelo entre dos jugadores con muy distintos inicios en el mundo del tenis.
Si la madre de Fritz es la exjugadora Kathy May, cuartofinalista del US Open en 1978, Tiafoe es hijo de emigrantes de Sierra Leona y comenzó a jugar en un club de tenis de Maryland donde su padre trabajó como albañil y después como guardia.
El favorito y la revelación
La otra semifinal del viernes medirá las fuerzas del principal candidato, Sinner, con las de la gran sensación del torneo, Draper.
El británico, de 22 años, aprovechó a la perfección la temprana salida de Carlos para avanzar por ese lado del cuadro sin dejarse un solo set en el camino.
Draper es el primer semifinalista británico desde que Murray, ya retirado, ganara su único trofeo de Nueva York en 2012.
Para seguir soñando con igualar a su ídolo, Jack tendrá que tumbar a un Jannik que se está mostrando inexpugnable en el recorrido hacia su deseado primer trofeo del US Open y segundo de Grand Slam.
El italiano no ha mostrado un ápice de desconcentración por la enorme polémica que rodeó su llegada a Nueva York, cuando se destapó su doble positivo por clostebol de marzo del que fue absuelto por considerarse que fue involuntario.
En la pista, Sinner ha mantenido su gran momento de forma de este año, con triunfos en el Abierto de Australia y los Masters 1000 de Miami y Cincinnati.
En los cuartos dio cuenta del ruso Daniil Medvedev, el único excampeón que seguía vivo, en lo que muchos vieron como una final anticipada.